Hemos dicho, visto, criticado, elogiado y mil cosas mas de los padres que ponen a su hijo sobre una moto de carrera, pero hay algo que los une mas allá de actitudes, personalidades o expectativas.

Un ruego, un rezo, persignarse, mirar al cielo. Y la frase es la misma: “Que no le pase nada…”

Muy conscientes somos de lo que significa poner un hijo en la pista (O dos en mi caso), para compartir con ellos NUESTRA pasión porque todavía no es la de ellos aunque naciendo rodeados de motos y carreras, difícilmente fuesen jugadores de hockey, y si muchas veces le pedí a Dios.

Dios, no se porqué hago esto.

O si.

Porque es mi pasión. Por eso te pido que lo protejas, que lo cuides, que me escuches y que él me escuche cuando le doy un consejo para que gane una carrera, para que vaya mas rápido, pero no para que sea el mas veloz sino para que la carrera termine pronto y llegue sano.

Dios, ayúdame a que me mire en las curvas cuando le marco una línea que a veces ni veo porque las lágrimas me tapan la vista y me hacen arder los ojos, ni se porqué. Como cuando lo pienso por la noche subiéndose alguna vez a un podio con su primer trofeo y se me cierra el pecho escondiendo un sollozo.

Dios que no se lesione, porque un raspón, una lastimadura, una quebradura, merece multiplicarse por mil en mi que soy el padre, porque yo lo subí a la moto para que sea lo que yo no pude ser, pero que nunca lo voy a obligar a que lo sea.

Dios, que no le duela ese golpe con otra moto para pasar un piloto en una curva, aunque después me muestre el raspón con una sonrisa y la boca llena de tierra, transpirado… Pero orgulloso de mostrarle a su papá que el también tiene “huevos” como tantas veces le dijimos que hay que tener para subir a una moto de motocross.

Dios, que no se me quiebre la voz para que no me adivine la emoción cuando en cada recta le grito DAAAAAAAAAALEEEEEEEEEE, para intentar subir mi abrazo protector con él a su moto, pero sin cargarle peso sino alivianando el alma para que se de cuenta que jamás va a estar solo cuando necesite un embrague, cargar nafta, inflar una goma o darle un abrazo porque la carrera no fue bien.

Dios, dame fuerza porque cuando lo vea venir en una camilla se me va a estrujar el alma y se me desarmará el mundo alrededor, pero mi mano va a estar en la de él para que sepa que su mamá y yo ESTAMOS AHÍ, porque él es feliz haciendo esto y escucharlo decir: QUIERO LARGAR LA OTRA!, enojado con su golpe.

Dios, dame firmeza pero también equilibrio para no exigirle mas allá de lo que puede dar, y que se divierta sobre la moto para que no la abandone nunca, pero que YO jamás le cargue mis frustraciones como piloto que no pude ser, y quiero que él si sea de los buenos.

Dios, que no se despierte cuando a la vuelta de la carrera, duerme cansado en el asiento de atrás, mientras lo miro por el espejo o estiro el brazo hacia su pelo para hacerle una caricia que no pidió pero necesito darle.

Dios, protégelo. Es solo amor lo que le doy aunque muchos no lo entiendan y sigan pensando que estoy loco por subirlo a una moto.

Dios, que esta pasión no se termine porque es mi vida y porque EL, mi hijo, es mi vida. Y sin ellos no vivo.

Dios, enseñame a guardar sensaciones, esa del abrazo con su primer casco al lado de su primera moto y con sus primeros pequeños guantes me apretaba diciento TE AMO.

Dios, Buda, Al-lá, quien sea… cuídalo para que sea feliz.

Amén.

Pampero.

PD: Gracias a todos los padres del motocross, por lo que hacen cada Domingo en cada largada porque sin Uds., nada de esto sería posible ni tendría futuro. Y el día que muchos dirigentes y organizadores entiendan que hay una parte MUY humana, esto será mucho mejor.

Fotos de Lucio Rodríguez, tomadas por Damián Saltiva en Río III, 2021. Excelentes tomas, y gracias por permitirnos publicarlas.

 

18 pensamientos sobre “Te ruego…

  1. Uff se me cayeron las lágrimas, no soy papá de piloto, pero como mecánico y preparador vivo así de intensa cada manga , porque más allá de tener la moto más rápida también pienso en que sea la más segura, y le pido a algún ser celestial que ilumine mi manos y las de él para que todo salga bien.
    Saludos del otro lado de la cordillera.
    CRZ

  2. Se me pinto un lagrimon . Es miedo está siempre q se golpeen pero es más fuerte verlo feliz arriba de moto. Y que más para nosotros los padres q compartir esa pasión .

  3. Q hermosas palabras!! Y no erraste ninguna, es tal cual!!! Lo vivo como mamá y esposa!! Saludos desde Río Negro!

  4. Y que pocos nos entienden.
    Ni te cuento cuando lo subis a un avion se va a España x cuatro años con tan solo doce años y solo lo podes ver por una pantalla de computadora.
    Pero siempre criticado porque lo obligas supuestamente ya que uno no lo pudo hacer!!!.
    Felices fiestas a todos

  5. Se me hizo un nudo en la garganta….. me siento (aunque lamentablemente ahora estoy lejos) absolutamente identificado en esas palabras… una mezcla de sensaciones pasan por mi cabeza y me corazón. Fue una de las cosas mas lindas de mi vida haber sido el papá de un piloto de Motocross…. Gracias a la vida… Y gracias Pamper por recordármelo….. Un fuerte abrazo!!!

  6. Lo vivo en persona con mis dos hijos y te aseguro que no herraste en nada……
    Gracias pampero y Fermín por apoyar este deporte.
    Laucha de Paraná Entre Ríos

  7. Hermosas palabras,yo le compre hace poco la moto a mi hija de 15años y esta aprendiendo,porsupuesto con todos los miedos,pero ella me dijo…………vos solo pensa que me hiciste feliz.

  8. Cuánta verdad en este relato por Dios!!! Y que manera de llorar de emoción jajaja. Ver a mi hijo disfrutar tanto de si moto me llena de satisfacción!!! Saludos a todos.

  9. Cuánta verdad en este relato por Dios! Y que manera de llorar de emoción jajaja. Ver disfrutar tanto a mi hijo de su moto me llena de satisfacción!! Saludos a todos!

  10. Son unas bellas palaras, como madre es muy dificil decirle daaaale cuando se que en cada brinco puede caer mal, pero son sus iluciones las que tambien van con el.

Los comentarios están cerrados.

error: Content is protected !!