ESE CARTEL… Que nunca se guarde, se ensucie, se pierda…

Ya medio año perdido.

Ya estaríamos en la 5ta. fecha del año con el motocross argentino, pero seguimos esperando que esta locura se termine, se cure, se pare, sea un recuerdo. Porque queremos salir a la pista, porque la pasión contenida no hay virus que la frene o la mate.

SALIDA A PISTA, dice fríamente el cartel, pero Uds. saben que es lo que sale a la pista cada vez que se abre?

Mañana fría, con campera los pilotos en la zona de espera mientras se restriegan las manos frías con los guantes puestos. La exhalación de vapor debajo de los cascos con la respiración deja ver claramente el clima… algún mate pasa entre los padres, asistentes, mecánicos.

A lo lejos se escucha la moto de Seibel que viene de revisar que todo esté perfecto en la pista para abrir.

Yoma se acerca a la puerta de ingreso/salida de la zona de espera y con la mano derecha marca que empiecen a poner los motores en marcha con el movimiento de acelerar. El CLACK de alguna patada que pega en el pedalín, el descansado ruido de un motor de arranque, y empiezan a bramar los escapes…!

Cambio puesto, la gente que corre mas para sacarse el frío que por el apuro hacia la zona de mecánicos donde van a poder marcar y ver los tiempos…

Salen las motos.

Salen solo las motos y los pilotos?

No. Sale mucho mas…

Porque los pilotos oficiales de la categoría que sea, salen con su mecánico, su moto de correr (porque tienen la de entrenar), cubiertas nuevas, equipo impecable, asistencia inmediata, y es gratificante ver que haya marcas que se involucren al punto de hacer grandes inversiones para tener sus motos en la pista.

Y los que van con mucho esfuerzo a ser uno de los 39 que permiten a fin de año que haya un campeón.

Esos que no se tienen en cuenta, que se nombran poco o nada, y que tienen tanto merecimiento como el mejor, el que mas gana carreras, el que tiene la moto mas nueva, el preparador con mas conocimientos.

Esos, que no tienen un peso pero VAN y su único trofeo va a quedar en un recuerdo cuando alguna vez comiendo un asado con amigos en el patio o en el taller cuente que él, una vez “largó un argentino de motocross”. Y buscará una foto de Fermín para refrendar lo que dice porque acá no falta nadie de los que corren. NINGUNO.

Y esos que van como pueden, que salen solos a la pista porque su papá/mecánico/asistente/sponsor se fue a comprar algo que se olvidaron… o directamente fueron con otro amigo que corre y está por entrar a pista así que la única marcación que tendrán será en su imaginación pensando que “la vieja” te está mirando, o tu novia, o ese amigo que ya no está.

Y la ponés a fondo, das TODO… este todo que sin importar la velocidad si importa en la presencia y el tamaño de tu orgullo personal de haber “largado un argentino”!.

Esas cosas que pasan porque la fama y el brillo de un podio siempre, pero SIEMPRE tapa a todos esos chicos o no tan chicos que van a correr una carrera, a llenar un partidor, a dar vueltas sabiendo que su mejor espectativa deportiva es poder llegar a la bandera de cuadros porque no tienen estado, motor, suspensiones, entrenamientos ni nada.

Lo único que tienen es pasión por el motocross.

Lo único que tienen es amor por la moto.

Lo único que tienen, es ese momento.

Salir a pista, es mucho mas que ver motos y pilotos entrando, porque muchos ahorraron peso sobre peso para poder pagar una inscripción y “largar un argentino”! Porque escucharon que “no es un deporte para secos” y el sabe que es un seco pero quiere estar, quiere ser parte, quiere largar con y contra los mejores del país, sabiendo que no tiene nada a favor salvo su pasión y la palmada en la espalda de sus amigos en una carpa chiquita perdida por allá en el fondo de los boxes.

Pero ese es su mundo, el que a él le importa porque sin decirlo SABE que pocas luces va a tener su logro. Ese que lo va a emocionar cada vez que lo recuerde y se agigantará con el tiempo cuando cuente como largó al lado de sus ídolos y del COMO IBAN! de fuerte, que él no los podía seguir.

Entrar a pista, es mucho mas que ver pilotos y motos, soltando el embrague para meterse en ese infierno que nosotros solos nos buscamos y se llama motocross, el mismo infierno que cuando llegamos tiene la extraña sensación de que nos quema. Pero también de tocar el cielo con las manos.

Salir a la pista merece respeto sin importar la billetera, los títulos, los trofeos.

Salir a la pista merece el respeto que en Crossprensa le damos siempre, a cada uno que no se quedó con las ganas de VER QUE PASARÍA, sino que se animó para saber QUE SE SIENTE.

Algún día volveremos, y ahí vamos a estar para contárselos del primero al último como lo hicimos siempre al lado de la pista.

Pampero.

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